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LAGRIMAS Y RISAS - YESENIA No. 1 REVISTA EN LINEA

marzo 10, 2024 0
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REVISTA INTERACTIVA DE LA FAMILIA BURRÓN No.16,582 100 PAGINAS

marzo 10, 2024 0
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HISTORIETA INTERACTIVA DE LA FAMILIA BURRÓN No. 283

marzo 10, 2024 0
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REVISTA INTERACTIVA DE LA FAMILIA BURRÓN No.16,846 AÑO 1967

marzo 10, 2024 0
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REVISTA INTERACTIVA DE LA FAMILIA BURRÓN No.1,593

marzo 10, 2024 0
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EL LIBRO VAQUERO ONLINE

febrero 28, 2024 0
EL LIBRO VAQUERO  ONLINE

El libro vaquero es una historieta mexicana ambientada en el lejano Oeste de finales del siglo xix que se publica desde 1978 en la Ciudad de México. Originalmente fue publicada por Novedades Editores​ y, actualmente, por Hevi Editores.

El Libro Vaquero es parte de la cultura editorial mexicana. Las portadas, trazos a lápiz/tinta y caligrafía siguen siendo hechas en forma artesanal (a mano). El color de interiores es realizado digitalmente.

Adicionalmente publica ediciones en colaboración con autores reconocidos, como el «La Ley y El Opio», escrito por Jordi Soler o «un Capitán Cimarrón», de Yuri Herrera.

En 2012 comenzó una serie de exposiciones internacionales de sus portadas como The Good The Bad and The Sexy. En 2014 realizó el arte para el disco del grupo de rock mexicano Moderatto. En 2015 la revista de negocios Expansión dedicó varias páginas para destacar la renovación de la marca.​

Historia

El Libro Vaquero salió a la venta el 23 de noviembre de 1978,​ siendo la primera historieta mexicana con formato de bolsillo (13x15.5 cm), con 128 páginas interiores más forros. El título del primer ejemplar fue «Racimo de Horca», el argumento estuvo a cargo del «Capitán» Mario de la Torre Barrón, con el pseudónimo de «Jack Burton»; la portada fue obra de Raúl Vieyra Flores; las ilustraciones de las páginas y la letra fueron realizados manualmente.

En 1986, El Libro Vaquero llegó a imprimir más de millón y medio de ejemplares semanales. El primer número con que la publicación llegó a esta cifra fue el titulado «Luz Brillante», original de Terry Michelson y dibujo de Francisco Ortega.

A lo largo de su historia distintas editoriales intentaron competir con El Libro Vaquero y emular su éxito al mostrar imágenes explícitas, por lo que existe el mito de que El Libro Vaquero es una novela erótica, pues a los libros y revistas con formato de bolsillo son conocidos erróneamente como «libros vaqueros».



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REVISTA INTERACTIVA DE LA FAMILIA BURRÓN No. 16,097 AÑO 1954 ONLINE

febrero 28, 2024 0
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REVISTA INTERACTIVA LA FAMILIA BURRÓN No. 1,505 AÑO 2007

febrero 28, 2024 0
REVISTA INTERACTIVA LA FAMILIA BURRÓN No. 1,505  AÑO 2007

La Familia Burrón y el coronel José García Valseca.

octubre 30, 2023 0
La Familia Burrón y el coronel José García Valseca.

 


La Familia Burrón y el coronel José García Valseca.
 
José García Valseca nació el 7 de enero de 1901 en la Ciudad de Puebla.
 
A lo largo de su vida, García Valseca se dedicó a múltiples actividades comerciales, arrancando se carrera en los medios impresos en el año de 1929 al crear la revista Antequera en la Ciudad de Puebla, la cual tuvo una circulación limitada y sobrevivió hasta el año de 1931.
 
En el año 1932 funda la revista Provincias en la Ciudad de México, con una venta aproximada de tres mil ejemplares mensuales y que no respondió a las esperanzas económicas de su fundador.
 
Más adelante constituye Editorial Juventud para participar del mercado de las historietas, creando las revistas Paquito (1935) y Pepín (1936), teniendo ambas un éxito tal, que pasaron de semanarios a diarias, llegando a tener un tiraje diario de trescientos vente mil y trescientos mil ejemplares, respectivamente.
 
No obstante de ser de bajo precio, las ganancias obtenidas por tan descomunales ventas permitieron a García Valseca fundar el 2 de septiembre de 1941 el periódico Esto, el cual, editado en color sepia, fue de circulación nacional a un precio de cinco centavos el ejemplar.
 
En 1943 funda El Fronterizo en Ciudad Juárez, y así hasta llegar a totalizar 37 diarios a nivel nacional.
Gabriel Vargas Bernal nació el 5 de febrero de 1915 en la Ciudad de Tulancingo en el Estado de Hidalgo.
 
A la muerte de su señor padre, la familia de 12 hijos y su señora madre se trasladan a la Ciudad de México en donde abren una tienda para sobrevivir, la cual tendrían que cerrar al tiempo y la señora pasó a a trabajar en una fábrica de productos médicos.
 
Don Gabriel en el año de 1930 y para celebrar el “Día del Tráfico”, elaboró a tinta china un dibujo muy detallado de la Avenida Juárez, en el cual se ven, perfectamente delineadas, autos, carretas y más de cinco mil figuras humanas.
 
Habiéndose ausentado de la escuela secundaria donde asistía para pasar los días con Juan Olaguíbel, que era jefe de dibujo de la SEP, lugar en el que dibujaba libremente, en una ocasión le presentó un dibujo de cómo, según su imaginación, debió ser la construcción de la Catedral Metropolitana.
Ante la calidad del dibujo, Olaguíbel mostró el dibujo al jefe de talleres, quien instó a Don Gabriel a que lo mostrara ante el Secretario de Educación.
 
Para tal efecto, Don Gabriel se trasladó a las oficinas de la Secretaría de Educación, y al cruzar el patio se topó con un señor que bajaba de un lujoso automóvil, y creyendo que se encontraba en presencia del Secretario de Educación, lo abordó y le mostró su dibujo.
 
El señor con quien se había topado Don Gabriel en realidad era el Doctor Alfonso Pruneda, quien en ese momento era el director de Cultura del Instituto Nacional de Bellas Artes, quién al ver la calidad del dibujo, instó a Don Gabriel a que al día siguiente acudiera a sus oficinas con un adulto, a efecto de platicar sobre su futura educación.
 
Feliz con la perspectiva, Don Gabriel llegó a su casa para hacer partícipe de estos acontecimientos a su señora madre, sin embargo, para su sorpresa, su casa se encontraba cerrada y nadie acudía a sus insistentes llamados.
 
A las quinientas uno de sus hermanos se asomó por una ventana para comunicarle que, por órdenes de su mamá, no podía pasar “ni siquiera a dormir”, dado que su progenitora había recibido un abuso de la escuela secundaria de las constantes inasistencias de Don Gabriel.
 
Ante su insistencia, su madre se conmovió y lo dejó pasar, enterándose de las nuevas que le llevaba su hijo, sin embargo, no le creyó palabra alguna, toda vez que a su entender había inventado esa historia para liberarse del castigo.
 
Al día siguiente Don Gabriel se presentó solo a las oficinas del Doctor Alfonso Pruneda, en donde le comunicó lo acontecido, ante lo cual, el Doctor redactó un mensaje a la mamá de Don Gabriel para que rogarle que acudiera a verlo.
 
Gracias al mensaje, Don Gabriel y su mamá se presentaron al día siguiente ante el Doctor Alfonso Pruneda, quien anunció con entusiasmo su proyecto de enviar como becario a Don Gabriel a Francia para perfeccionar sus innatas cualidades de dibujante, proyecto que fue aceptado por su mamá, pero rechazado por Don Gabriel, ya que el quería ayudar a su madre con la dura carga de mantener a la familia, pidiendo a cambio un trabajo como dibujante el Excélsior. Fue así como Don Gabriel a la edad de trece años entró al periódico Excélsior ganando tres pesos semanales.
 
Al poco tiempo, Editorial Panamericana, propiedad del coronel José García Valseca convocó a un concurso de dibujantes, a efecto de contratar a los mejores del país, de cara a competir con la fama de la Revista Chamaco y de su tira estrella Los Super Sabios de Germán Butze, ofreciendo un primer premio de diez mil pesos, mismo que le fue adjudicado a don Gabriel, además García Valseca le ofreció trabajo con un sueldo de mil pesos a la semana a cambio de crear una historieta, naciendo de esta forma Los Super Locos.
 
Al paso del tiempo un personaje de los Super Locos llamado Filemón Metralla comenzó a ganar protagonismo, trabajando Don Gabriel por cerca de seis años en dicha historieta, dentro de la cual parecieron, como era su costumbre, una infinidad de personajes, entre ellos la futura familia Burrón.
 
El salto de los Super Locos a la Familia Burrón se dio por una apuesta de diez mil pesos, en el sentido de que fuera del éxito de Filemón Metralla, Don Gabriel no podría hacer exitosa una nueva tira donde apareciera una mujer, apuesta que fue ganada por Don Gabriel y se cristalizó en la inolvidable Familia Burrón.
 
El coronel José García Valseca perdería su emporio periodístico en los setentas, terminando su relación con Don Gabriel. El 7 de agosto de 1980 realizó la donación de su hemeroteca personal, la cual constaba de más de sesenta mil periódicos y más de doce mil revistas publicadas entre 1940 y 1980. Falleció en la ciudad de México el 6 de noviembre de 1982.
 
Don Gabriel Vargas comienza a publicar en forma independiente La Familia Burrón en el año 1978, en la que es conocida como su segunda época, hasta el número 1616 correspondiente al 26 de agosto de 2009.
 
Don Gabriel Vargas Bernal murió en la ciudad de México el 25 de mayo de 2010.
 
Fuentes:
 
Eduardo Estrada Mosqueda. Biografías de hidalguenses.
 
Anderson Paul Gil Pérez. Cadena García Valseca en México: la empresa periodística que llenó de soles el país, 1941-1972.
 
Jaime Avilés. Vida, esplendor y muerte del coronel García Valseca.
 
Miguel Ángel Jasso Espinosa. Instantánea de José García Valseca.
 
Miguel Ángel Jasso Espinosa. 38 años del fondo García Valseca.
 

RETRATISTA DEL BARRIO

octubre 26, 2023 0
RETRATISTA DEL BARRIO

 

En el oficio de Gabriel Var­gas están el auge y caída de las publicaciones periódi­cas ilustradas en México, un re­gistro gozoso y a la vez despia­dado de la vida en los márgenes durante el siglo 20, un capítulo excepcional en la historia de la caricatura narrativa entre nosotros. Es un oficio que se alimen­ta en el teatro de revista, en el ci­ne, en la propia industria de las primeras publicaciones periódi­cas con grandes tirajes y cuestio­nables ambiciones en el orden de lo artístico.

Vargas debutó en las páginas de Jueves de Excélsior con Frank Piernas Muertas (1936), como informan Juan Manuel Aurre-coechea y Armando Bartra en la primera historia moderna de la historieta en México, Puros cuen­tos. Gracias a este trabajo pode­mos seguir los pasos de Vargas en las publicaciones periódicas del siglo pasado. Tras Frank Pier­nas Muertas vinieron El Caballero Rojo, una adaptación de Sherlock Holmes (para el suplemento de Novedades), y una vida de Cristo, curiosos antecedentes del paso al humor en Virola y Piolita (1937).


Vargas no tardó en crear otra serie, Los Superlocos, con la que empezó a trabajar para una nue­va revista de Garría Valseca, Pepín, y transitó de la marcada influen­cia de Germán Butze en su pri­mer encuentro con los persona­jes de Virola, Piolita y Tafite, ha­cia un espacio diferente, casi propio, creado en la disciplina

A lo largo de los no­vecientos cuarenta, Var­gas conformó un singularísimo elenco de figuras urbanas en las viñetas de Los Superlocos, invadió en 1947 el suplemento dominical de Esto, cambió de casa y forma-tcj al pasar en 1950 del espacio de Pepín al más amplio de Paquita, y sobre todo creó su primera, agra­decida, generación de lectores, para quienes fueron auténticas presencias reales cuantos perso­najes gravitan en torno al picaro sin escrúpulos Jilemón Metralla y Bomba, como su rival Poloño, o las chicas Bazuka y Elodia.

En breve llegaron un espacio independiente y los colores para Los Superlocos, sí, pero también la máxima creación de Vargas, La Familia Burrón.

No sé si la capacidad de tra­bajo de Vargas saliera de lo común, a juzgar por su trabajo en otras series de los novecientos cincuenta, como Los Superchifla-dos, Los Chiflados, Los del Doce y Poncho Lopes, lo que no tiene igual es su capacidad para inven­tar nombres: Guanábana Guar-neros, Briagoberto Memelas, Ta­locha Lilongo, Abelino Pilongano, la Divina Chuy, Acémilo Chapa­rreras, Susanito Cantarranas y un extenso y radiante etcétera con las más diversas influencias en­tre nuestros moneros, muy seña­ladamente en Abel Quezada y, sin duda, Rius.

La saga de los Burrón dio ini­cio con El señor Burrón o vida de perro (1948), o sea, la vida del mal­hadado peluquero Regino Burrón, propietario del Rizo de __    Oro, y su señora, Borola .com    Tacuche, niña bien veni­da a mucho menos.

A lo largo de tres dé­cadas, La Familia Burrón y el ar­te de Gabriel Vargas fueron para la Editorial Panamericana, pe­ro a partir de 1978 los habitan­tes del Callejón del Cuajo y su creador caminaron por su cuen­ta y riesgo.

En esta saga se podrían en­contrar indicios del sarcasmo de novelas como Nueva burguesía de Mariano Azuela, pero más que nada la intención que José Tomás de Cuéllar desplegó en la legen­daria serie de novelas en las que consignó la vida de la capital del País en el siglo 19.

Aguda, novísima, delirante, lograda Linterna Mágica es el le­gado de Gabriel Vargas.

Articulo tomado de: Reforma impreso 30/05/2010