Una vez escuché decir a Rafael Barajas “El Fisgón” que Octavio Paz era un fenómeno marginal, ya que en su mejor momento llegó a vender 20 mil copias de sus libros en 2 meses. En aquella época cómics como Kalimán vendían hasta 2,5 millones de historietas y Lágrimas y Risas llegaba aa vender 1,8 millones de copias al mes. Los cómics eran los más vendidos y mientras José Vasconselos aspiraba a que los mexicanos leyeran a Homero y Platón, todos leían historietas.
Durante aquella época La Familia Burrón de Gabriel Vargas vio la luz en 1948, hoy en día es la historieta con más éxito en México batiendo muchos registros como ser la historieta más longeva del mundo (Con más de 60 años de publicación ininterrumpida y con un total de 1616 números). Con La Familia Burrón inició y terminó la época de oro de la historieta en México.
Ahora veamos ¿De qué trata la familia burrón? La familia hizo su primera aparición en la historieta de Los Superlocos, obra que precedió a lo que sería la siguiente obra de Gabriel Vargas. La Familia Burrón nos muestra a una familia mexicana y las aventuras dentro de su vida cotidiana, juntando al mismo tiempo la crítica social y el humor que lo caracteriza. Durante muchos años Gabriel Vargas fue el historietista más cotizado del país pues sus chistes siempre fueron muy buenos e innovadores.
La familia Burrón Tacuche es la típica familia de clase baja que vive en una vecindad de la Ciudad de México.
Está integrado por Regino Burrón, el padre, quien también es peluquero de profesión y el propietario de “El rizo de oro”, es el personaje más tranquilo y honesto de la familia, cosa por la cual es reprochado constantemente por su esposa.
Borola Tacuche de Burrón, es la madre quien es totalmente lo opuesto a su esposo Regino, también es el personaje principal de la historieta, nacida en el seno de una familia rica desde pequeña fue amiga de quien sería su esposo más adelante. Se considera extremadamente atractiva y le molesta que le digan que es mayor de edad, demostrándolo con todos los trabajos que ejerce durante la historia, desde ser piloto de carreras o luchadora enmascarada hasta ser médico cirujano o incluso ingeniero, Borola destaca por su actitud creativa, impulsiva y extrovertida pero que a pesar de todo busca ayudar a los demás. Además, Borola también es inventora y algunas de sus invenciones y proyectos incluyen un helicóptero de madera movido por un motor de lavadora; un cañón para viajes personales; un teleférico; un fabricado con un tinaco y el motor de su licuadora, con el satélite que cambiará para entrar en órbita de la Tierra y un avión monoplaza, para ir a rescatar a su marido en África. Con Borola uno puede pasar horas y horas de diversión pues sus ocurrencias parecen no tener límites como la ocasión en la que se extirpó el esqueleto del cuerpo pues al hacerse una radiografía descubrió que tenía a la “calaca” dentro y se asustó.
Regino Burrón Tacuche o El Tejocote es el hijo mayor de la familia quien ayuda a su padre todas las mañanas en la peluquería y de tarde estudia en una academia donde se imparten clases comerciales, El Tejocote es también, un estudiante aplicado y es llamado así por ser pelirrojo.
Macuca Burrón Tacuche o La Pecocha es la hija del matrimonio Burrón y por ende, la consentida de la casa, a quien sus padres y hermanos celan y protegen con ahínco. Como rasgo particular, es el único personaje de toda la historieta que no tiene la nariz redonda. Es también una estudiante aplicada en una academia para señoritas y siempre es la que acompaña a su madre en todas las cosas que se proponen.
Fóforo Cantarranas es hijo adoptivo de la familia, al igual que Tejocote ayuda a Regino en su peluquería y es muy apasionado a la música, hijo de un pepenador que lo abandonó desde muy chico cuando entró en crisis luego de contraer una relación con otra pepenadora conocida como “La Divina Chuy”, fue acogido como un hijo más de la familia por lo que les tomó cariño rápidamente.
Finalmente tenemos a Wilson el perro, quien no tiene una raza definida, siempre aparece a lado de Regino ya sus hijos acompañándolos en sus aventuras, Gabriel Vargas incluso dedicó algunos números a las aventuras de Wilson mientras la familia no estaba.
No cabe duda de que la familia Burrón ha sido emblemática pues muchos historietistas incluso hoy en día lo toman como influencia, muchas veces se le ha comparado con Los Simpson e incluso muchos intelectuales le han dedicado obras, canciones y poemas. En una ocasión Carlos Monsiváis fue retratado en un número y después de eso dijo que ya no necesitaría nunca más un pasaporte para demostrar su nacionalidad. Hoy en día podemos disfrutar de las reediciones de La Familia Burrón publicadas por Editorial Porrúa -Porrúa patrocínanos- y de algunas exposiciones en el Museo del Estanquillo en la Ciudad de México.
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